Un Propósito Sustentable: Venezuela Comunal, Productiva y Socialista.

Como militante de izquierda y ferviente creyente en el proyecto bolivariano, me siento en la obligación de reflexionar sobre las ideas, conceptos y propuestas que hoy se debaten en el seno de nuestra revolución. Partiendo del análisis estructurado del texto “Ideas Políticas”, encuentro un marco teórico y práctico que no solo define el rumbo de nuestra lucha, sino que también nos invita a profundizar en la construcción de un modelo socialista verdaderamente arraigado en las bases populares.
Geohistoria y Dialéctica: Herramientas para la Transformación
El profesor Temístocles Cabezas nos recuerda que la geohistoria no es solo una herramienta académica, sino una estrategia dialéctica para entender y transformar las relaciones sociales y productivas. Esta visión, que fusiona lo geográfico y lo histórico, nos permite comprender cómo el territorio no es un espacio neutral, sino un campo de batalla ideológico. En Venezuela, este enfoque es vital para desmontar las estructuras coloniales que aún persisten, tanto en nuestra geografía como en nuestra cultura.
La crítica al colonialismo cultural, por ejemplo, no es un ejercicio retórico, sino una necesidad revolucionaria. ¿Cómo podemos hablar de independencia si en nuestras escuelas seguimos glorificando a Cristóbal Colón y olvidando a Guaicaipuro o José Leonardo Chirinos? La transculturación no solo fragmenta nuestra identidad, sino que perpetúa un sistema de dominación que debemos erradicar desde la educación y la comunicación.
El Legado de Bolívar y la Revolución Bolivariana
Simón Bolívar no fue solo un libertador; fue un visionario que entendió que la independencia no se limita a la expulsión del invasor, sino a la construcción de un bloque de poder antimperialista y anticolonialista. Hoy, bajo la Revolución Bolivariana, su legado nos exige radicalizar la lucha. No basta con cambiar las estructuras políticas; debemos transformar las relaciones sociales, económicas y culturales que sostienen el viejo modelo.
El presidente Nicolás Maduro, en su nuevo trayecto de gobierno (2025-2031), propone un plan estratégico basado en las “7 Transformaciones”. Este plan, que integra lo nacional, estadal, municipal y comunal, es un paso adelante en la construcción de un sistema de gobierno popular. Las Salas del Gobierno Popular, por ejemplo, son un mecanismo concreto para garantizar la participación y el protagonismo del pueblo en la toma de decisiones.
La Sociedad Comunal: Un Proyecto de Vida
Hugo Chávez nos enseñó que el socialismo no se decreta; se construye desde las bases. La sociedad comunal no es una utopía, sino un proyecto viable que ya está en marcha. En las comunas, el pueblo organizado toma las riendas de su destino, construyendo nuevas relaciones sociales y productivas basadas en la cooperación y la complementariedad.
Sin embargo, este proceso no está exento de desafíos. La tentación del reformismo y la burocracia sigue siendo una amenaza. Como bien señala Ricardo Menéndez en “Democracia directa y nueva geometría del poder”, no podemos caer en la trampa de reproducir las prácticas del modelo capitalista que pretendemos superar. La revolución debe ser integral, abarcando todas las dimensiones de la sociedad: económica, cultural, política y espacial.
Desmontar el Capitalismo, Construir el Socialismo
El desmontaje del capitalismo no es una tarea sencilla. Implica enfrentar estructuras profundamente arraigadas, como el rentismo petrolero, la división ciudad-campo y el colonialismo espacial. Pero también implica construir, desde las bases, un nuevo modelo basado en principios socialistas: ecológico, humano, endógeno y democrático.
La endogeneidad, por ejemplo, es clave para desarrollar nuestras potencialidades locales. No se trata de competir, sino de complementarnos, de construir un sistema económico que priorice el bienestar social sobre el lucro individual. Esto requiere una nueva teoría de localización, basada en la complementariedad y no en la competencia desenfrenada.
Conclusión: Un Llamado a la Radicalización
Hemos atravesado diferentes momentos en nuestra revolución, desde el Caracazo hasta la actual crisis orgánica. Hoy, nos encontramos en un punto de bifurcación, donde la radicalización de la revolución bolivariana es no solo una opción, sino una necesidad.
Como militante, creo firmemente que el futuro de Venezuela está en las comunas, en la participación popular y en la construcción de un socialismo verdaderamente arraigado en las bases. Este no es un camino fácil, pero es el único que nos llevará a la dignificación humana y a la consolidación de un Estado comunal socialista.
Como dijo Chávez, el socialismo no es de las élites, sino de las mayorías sociales. Es hora de que el pueblo, organizado y consciente, tome las riendas de su destino y construya, desde las bases, la Venezuela que soñamos.
Referencias:
- Menéndez, R. (2023). Democracia directa y nueva geometría del poder.
- Vargas, I. y Sanoja, M. (2015). La larga marcha hacia la sociedad comunal.
- Discursos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro.